Cierro
mis ojos y me sumerjo
en
la profundidad de tu mirada,
humedezco
los poros de mi piel
con
gotas del rocío de tu saliva,
abanico
los pudores y los miedos
con
la brisa que emerge
del
volcán de tu sonrisa…
…
y me siento vivo
Camino
lentamente por la senda
dibujada
con las huellas de tus pasos,
respiro
los aromas de tu sombra
en
cada rincón que albergó tu cuerpo,
susurro
un poema de silencios
en
el lienzo del hueco de tu ausencia
con
la rima de tu recuerdo…
…
y me siento vivo
Y
me siento vivo cada instante
compartido,
cada segundo eterno
en
la distancia es un puñal
clavado
en mi memoria,
mas
cada momento que transcurre
con
el sabor de tu tacto
acariciando
mis dedos…
…
¡me siento tan vivo!
De "Alambique de vestigios"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
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